Francisco de Asís nació en Asís, Italia, en 1181 y murió el 3 de octubre de 1226, también en Asís.

Fue el fundador de la Orden Franciscana y de otra orden, Hermanas Clarisas. Éstas estaban bajo autoridad de la Iglesia.

Era hijo de un rico comerciante de la ciudad, pero el pasó a vivir en la pobreza y observancia del Evangelio. En Egipto intentó que los musulmanes se convirtieran al cristianismo.

Su verdadero nombre era Giovanni, pues así es como le pusieron sus padres, Pedro Bernardone dei Moriconi y Donna Pica Bourlemont; tuvo un hermano llamado Angelo.

La ciudad de Asís estuvo en continuo conflicto, autonomía del Sacro Imperio, guerra con Perugia y la batalla de Ponte San Giovanni. Fue encarcelado durante un año y en 1998 formó parte de la armada papal.

Su padre lo encerró y encadenó en un calabozo al ver la conducta de su hijo, pues había vendido un caballo y mercancías de su padre para darselas a un sacerdote.

Francisco se sometió al llamado de la autoridad eclesial. Ante el requerimiento de devolver el dinero frente a su padre y al obispo de Asís, de nombre Guido, no sólo lo hizo, sino que se despojó de todas sus vestimentas ante los jueces, proclamando a Dios desde ese momento como su verdadero Padre. Ante esto, el obispo lo abrazó y le envolvió con su manto.

San Francisco de Asís predicó la pobreza como un valor y propuso un modo de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios. El papa Inocencio III aprobó su modelo de vida religiosa, le concedió permiso para predicar y lo ordenó diácono. Con el tiempo, el número de sus adeptos fue aumentando y Francisco comenzó a formar una orden religiosa, la de los franciscanos. Además, con la colaboración de santa Clara, fundó la rama femenina de su orden, que recibió el nombre de clarisas.

Fue canonizado dos años después de su muerte, la fectividad se celebra el 4 de octubre.

Sus sucesores lo admiraron tanto por su modelo de austeridad como por su sensibilidad poética.