Cosme de Médici fue un político y banquero italiano. Es hijo de Juan Averardo de Médici y Piccarda Bueri.

Fue una de las personalidades más sobresalientes del siglo XV y se convirtió en el patriara de la saga Médici. Aunaba en su persona rasgos tan importantes como la previsión en cuestiones de negocios y una considerable pericia diplomática. Fue un hombre comedido y astuto, de vasta cultura y gran munificiencia. Supo afianzar la posición y la influencia de la familia Médicis sin atentar contra la sensible conciencia democrática republicana de su ciudad y de sus habitantes.

Sus logros se vieron ensombrecidos por su encarcelamiento y su expulsión temporal de la ciudad en el año 1434. Pero al cabo de un año regreso de su exilio. La expulsión de la familia Albizia de Florencia supuso la eliminación de sus principales opositores. De esta manera, Cosme se aseguró con carácter definitivo un lugar en el reducido grupo de personalidades influyentes.

Fundó la dinastía Médici, que estuvo en funcionamiento en Florencia durante casi todo el Renacimiento italiano.

También es llamado Cosme el Viejo. Determinó la evolución política, social y cultural de su Florencia natal hasta su muerte en 1464. Como muestra de su respecto, los florentinos le confirieron el nombre el título de pater patriae, padrede la patria.

Cosme convirtió la ciudad en un centro de erudición (ciencias, artes,...) humanista y fomentó las realizaciones arquitectónicas y la creación artística mediante cuantiosos donativos.

Alcanzó su máximo esplendor hacia finales del siglo XV con su nieto, Lorenzo de Médici o el Magnífico, debido a su afán de ostentación.

Encargó a Paolo Uccello la Batalla de San Romano hacia el año 1456, quién fue el artista más enigmático y excéntrico del renacimiento temprano florentino.



Financió los frescos de Santa Maria Novella, quizás para mostrarse a sí mismo como salvador y mediador de la ciudad en el contexto del relao de Noé.



Cosme el Viejo invirtió sumas ingentes en la reforma y decoración del convento de San Marco.



Encargó a Filippo Brunelleschi el proyecto de San Lorenzo y confió a Michelozzo la construcción del palacio de los Médicis, en la Vía Cavour.



También se beneficiaron del mecenazgo de Cosme el Viejo los pintores y escultores más destacados de aquella época: Paolo Ucello, Filippo Lippi y Donatello, quienes crearon para él obras maestras del arte renacentista.

La dedicación de Cosme el Viejo a las artes era plenamente altruista. Era consciente del valor propagandístico de sus donaciones, haría crecer el prestigio de la familia.

Mostró gran interés por la vida intelectual y adquirió manuscritos, que constituyeron la base de diversas bibliotecas de prestigio.



Escudo de la familia Médicis.