Fue construida para que permaneciera en posición vertical pero comenzó a inclinarse tan pronto como se inició su construcción en agosto de 1173.


En 1992, se protege el segundo piso (por el que se iniciaría un probable derrumbre) con cables de acero revestidos de plástico.

En 1993, se colocan 600 toneladas de lanchas de plomo junto a la pared norte del primer piso, lo que constituye la primera intervención para estabilizar la torre por este lado.



En 1995, se congela el terreno con nitrógeno líquido como paso previo a la retirada del contrapeso instalado en 1993.

En 1998, se ancla la torre con cables de acero para proteerla de las excavaciones a realizar en sus cimientos. Un contrafuerte de hormigón armado ubucado a unos 90 m del campanario los sujeta. Esto permite iniciar la extracción de tierra.

En 1999, empiezan las obras de excavación en la base de la torre mediante un aparato de perforación situado a 20 m de distancia.






El monumento mide de altura 58,36 metros en el plano de los cimientos, y más de 55 fuera de la tierra.
La inclinación actual es de unos 55° o sea un 10%; el valor correspondiente a la excentricidad de las cargas en el plano de los cimientos es de 2,3 metros.