Andrea

El río Tíber es el tercero más largo de Italia con 405 km. Nace en los Apeninos, monte Fumaiolo, y atraviesa Umbría y Lazio , pasando por las ciudades de Perugia y Roma. En su curso hay numerosos puentes y algunos de gran valor histórico-artístico. El que veremos es el de la Isla Tiberina.



Isla Tiberina

Situada en el río Tíber, en el trecho que atraviesa Roma, cerca de la Colina Capitolina. Es famosa por albergar el Templo de Esculapio, dios griego de la medicina.

Hay varias leyendas sobre la formación de esta isla. Una de ellas es que tras la caída del rey Lucio Tarquinio el Soberbio, el pueblo arrojó el cuerpo en el Tíber donde luego surguiría la isla; y la otra es que los romanos habían recogido granos de trigo reunidos por el rey y lo arrojaron en el lugar donde luego se formó la isla. Tenía muy mala fama y los romanos la consideraban un lugar con malos augurios. Hasta que no se construyó el Templo de Esculapio, los romanos la evitaban y allí solo iban los criminales.

El Templo que alberga esta isla se construyó tras consultar a los Libros Sibelinos, pues la peste estaba azotando a Roma. Decidió hacerse en esa isla pues cuando traían a la estatua del dios Esculapio se vió salir a una serpiente y diriguirse hacia ella, por lo creían que el éste estaba eligiendo ese sitio para que se formara su templo. Al terminarse la construcción la peste se terminó por lo que decidieron construir una nave fija, se revistió en travertino las orillas dando forma de proa y popa, se puso un obelisco en medio de la isla para imitar a un mástil, y finalmente se rodeó la isla con muros para que pareciera un barco de verdad.

Sus puentes son: Puente Fabricio, Puente Cestio y Puente Emilio, más conocido como el Puente Roto.





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